• Conversación en vivo se desarrolló en el marco del Día del Patrimonio, a través de las redes sociales del Centro de Extensión del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio.

Aquí puedes revivir el desarrollo del conversatorio

Revisitar uno de los actos culturales más básicos y complejos de nuestro acervo fue el objetivo del coloquio Gastronomía y patrimonio: la herencia del comer que, en el contexto del Día del Patrimonio, desarrollaron las panelistas Valeria Campos, Ritta Lara y Jocelyn Muñoz.

El moderador del conversatorio, Pedro Donoso, plantea que el comer “es una necesidad diaria que reúne una serie de rasgos identitarios, relaciones socioeconómicas, saberes y técnicas a través de las cuales podemos entender buena parte de nuestra herencia y saber cómo lo que comemos configura nuestra forma de ser”.

Participantes

La doctora en Filosofía, Valeria Campos, lleva cerca de diez años desarrollando investigaciones que vinculan Filosofía y alimentación, con énfasis en los estudios culturales, el desarrollo de propuestas éticas y el análisis de políticas públicas. Además, dirige el seminario de innovación social Ñam Innova, que se realiza en el contexto del festival internacional de cocina del mismo nombre que se realiza en Santiago y cuyos principales objetivos se vinculan con sostenibilidad ambiental, económica y social.

Como cocinera que sostiene el restaurant popular Cariño Malo en Valparaíso, Ritta Lara solo prepara “cocina de hogar”. Su apuesta va contra la inflación gastronómica turística ligada a una idea exclusiva del patrimonio. Ritta experimenta sobre formas de elaboración de alimentos que ya no son considerados por la población porque reproducen indicios de una “memoria de pobre”. Por otra parte, la cocina demuestra una forma de reivindicación de la capacidad femenina del cuidado.

La artista e investigadora, Jocelyn Muñoz, licenciada en Artes Visuales, desarrolla en Valparaíso el centro de alimentación colectiva La Lechuga, que germina en 2012, y se proyecta como una rama de Espacio G Laboratorio de Artes, extendiendo su relación con el pensamiento y las prácticas de código abierto. El proyecto es coordinado como un canal de economía colectiva, cooperativo y autónomo, que busca llevar estas prácticas a acciones que levanten barricadas inmunológicas a través de nuestra alimentación. Así, el espacio de cocina es también el deseo de transformar nuestras condiciones de vida, explorar en la autoorganización y en la autoformación en el cotidiano.

Fotografía: Joanie Simon