A los 78 años de edad murió ayer, en Valparaíso, el reconocido músico, escritor, investigador y promotor de la cultura changa, Jorge Chamber Galea
Nacido el 11 de febrero de 1946 en la Quebrada de la Calaguala, asentamiento del pueblo originario chango que ocupaba las lomas de los cerros de Valparaíso, a los 21 años, como el mismo cuenta en una entrevista en Youtube, dejó la vida mundana para abocarse desde la música primero y desde la escritura después a encontrar sus propias raíces. “Soy americano del sur, descendiente del chango-picunche, nacido en la Calaguala, en el cerro Barón, Conconcagua, Valparaíso. Con una identidad que ha ido evolucionando acá, en estas tierras, nacido y criado con conocimiento de mi histórica raíz”.
Bajo la premisa de que “todos tenemos toda la información”, en relación a la posibilidad de trabajar la memoria histórica de los territorios, en 2007 publicó “Pequeña historia del Cerro Barón”, financiado por el entonces Consejo Nacional de la Culturas y la Artes. En 2010, en tanto, lanzó el libro “Weupife, de historias y relatos”, financiado a través del Gobierno Regional de Valparaíso. En 2018, autoedita su tercer libro “El soñador. Bitácora” y en 2021 su libro “Weupife 2”.
Según Patricio González, director creativo de Centex, Galea “fue el primero en escribir la historia del Cerro Barón, con todo el cúmulo de experiencia que llevaba en el cuerpo y generando un libro donde le reveló a toda su comunidad cuál era su historia, cuáles eran sus personajes más importantes en los diversos ambientes, en la música, en el deporte, etc. Por lo tanto fue permanentemente un creador de identidad para Valparaíso”.
Hijo del cantor popular René Galea, también grabó varias obras musicales históricas relacionadas con la identidad local. Su primera obra “Choque de culturas” fue registrada y hecha pública en 1990; la segunda “La otra historia” fue presentada en 2001. Publicó además “El retorno del sol”, en 2010 y “Tunupa”, en 2013, basada en una recopilación de la cosmovisión andina.
Su música, sin duda, ha conmovido corazones y conciencias. Así lo declaraba su hija Milca (heredera de la cosmovisión changa desde el mundo de la danza y la investigación), en un post de sus redes sociales, donde aparecía cantando junto a su padre: “siempre he admirado su música, las letras que narran su visión del mundo y la persistencia de jamás rendirse ante la precariedad del trabajo artístico, simplemente porque ama lo que hace y le da felicidad”.
De acuerdo a la mirada de la artista porteña Pascuala Ilabaca “su labor transversal impactó en muchas personas, siendo reconocido tanto desde la comunidad pueblo originario Chango, en la cual fue un activo integrante y colaborador, como por las comunidades artística y de salud mental en Chile. Su legado queda en su familia, además, ya que actualmente su hija Milca continúa con la difusión de su obra artística desde la danza-teatro y compartiendo la práctica terapéutica de la Tensegridad y Carolina Galea, desde las leyes, ha sido un tremendo aporte a la gestión cultural comunitaria en Chile”.
Chamber Galea propuso un viaje hacia las memorias ancestrales que se imbricó muy bien con la historia popular. Una mirada sobre el habitar, plasmada en libros, canciones y conversaciones estelares que dejan una huella que puede revisitarse en sus innumerables obras y que hoy deben estar recordando su familia y amigos, que le darán un último adiós junto al mar este sábado 18 de mayo.
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