- La muestra con entrada liberada estará abierta al público, entre el 12 de julio y el 2 de septiembre, en el Hall Central de Centex, ubicado en Plaza Sotomayor 233, Valparaíso.
Textos curatoriales de las obras
Una pintura en proceso de hacerse. En esta oportunidad, un lienzo negro será el punto de partida para dar inicio a nuestra conversación. Una conversación entre los que se atreven a conversar. La primera idea es que no hay imagen para dar en el blanco, sino que la imagen se va haciendo en la medida que nos reunamos a dialogar en este sitio, al mismo tiempo. Una persona podrá dialogar conmigo y con otras personas mediante la huella que registre con un trozo de tiza blanca sobre un muro pintado de negro. Las conversaciones se irán sucediendo sobre el muro, líneas, manchas, palabras serán algunos de los/las lenguajes que ocuparemos. Algunas permanecerán, otras desaparecerán. La mente ha sido criada bajo imagen, sonido, película. Narración tras narración. La imagen se arma y desarma a partir de una sola idea, el resplandor y la falta de él. Que el blanco de pie al universo despejado y movible. Viaje ESTEFANÍA ANGUITA | Video Video que juega con la realidad modulada a partir de diferentes objetos que funcionan como filtros de lo que es capturado por el ojo de la cámara. El video es, hoy en día, algo que está al alcance de la mano; sea con cámaras o con nuestros celulares. La mayoría tiene la opción de capturar aquello que percibimos e interpretamos como realidad, incluso para distorsionarla un poco: filtros en redes sociales, filtros en celulares, filtros de luz… filtros, que distorsionan lo que se muestra como una aparente verdad, para luego transformarse en una versión personal de lo que queremos ver, y que queremos que el resto vea. Es de esta manera que el video se muestra como una realidad pintada desde el lente de la cámara bloqueada por vasos y botellas, vidrios, plásticos, que funcionan como una capa moduladora, transformadora, que permite ver, o no, más allá de lo evidente. Instalando la impresión LORETO RODRÍGUEZ | Desplazamientos gráficos Un cuerpo reticulado que brilla. Ese cuerpo se ha duplicado. Duplicando rectas y líneas, duplicando capas y ritmos. Un ver doble que se vuelve a elevar por sí mismo al dejarse fluir por un ritmo y movimiento de líneas que vibran continuamente en los ojos de cada espectador. La interacción del color como incentivador de movimiento. El ojo excitado lleva al cuerpo a recorrer los dobles desde el espacio que le rodea. Despliegues de cambios: ahora el movimiento corpóreo produce una duda en las formas. Vibran, cambian de densidad y anchura, desaparecen y vuelven a presentarse en orden impredeciblemente continuo. El ondulante cambio vibratorio se paraliza. Existe una separación en los dobles, una pequeña fisura que sirve de hálito al exigido órgano visual. Las iluminaciones difieren. Son dobles exactos y distintos a la vez. Uno es dirigido hacia los fríos mientras que su espejo es orientado a transformarse en tonos cálidos. Entre ellos se produce un desmarque y una individualización la cual está en una constante dialéctica con la fuerza de sus formas. Con el ingreso sutil de ambas luces queda develado la intimidad del color. El color es variable, tanto como la densidad de cada línea, retícula y trama. En esta instancia se presenta un cuerpo de obra duplicado, una réplica espejo que extiende el color en el espacio y que, a la vez, personaliza desde la luz en un diálogo permanente. La obra es activada al moverse el espectador, el mecanismo que la obra utiliza necesita el detonante-espectador. Nosotros o tal vez ellos JOSÉ IGNACIO GARCÍA | Escultura ¿Qué es lo que llevan, ellos, en su espalda vacía? Aquellos tres pies que son puntas y se posan ¿qué hacia dónde van? ellos viajeros que sin lugar se avecinan en las explanadas, para nosotros rincones, espacios-entre, lugares donde apoyar el dedo, y ahí ellos en multitudes de a 3, 8, 35, 76, 130, 199, que allá van, ¿dónde? es que ahora los vemos pero ellos no a nosotros, los vemos desde arriba, levitando en una oscuridad, para ellos quizá somos las nubes3 o los ojos nuestros sus divinidades, ese instante en que los vemos en su tiempo que no es tiempo, impresión que es sólo nuestra y sólo suya. ¿Nosotros seremos los otros que los vemos, y ellos serán otros-otros que nos ven? ¿Serán nosotros ellos, o ellos podrán ser nosotros? De cerca son monumentales presencias, de lejos puntos. ¿Qué será su tamaño en lo inmenso, o lo inmenso qué está contenido en su tamaño? Creo poder imaginar este vértigo de incertidumbre SEBASTIÁN GIL | Acción colaborativaDescubre más desde Centex - Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio
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